El pasado martes 3 de marzo, el restaurante Vía Veneto de Barcelona acogió una cena exclusiva a cuatro manos organizada por la Guía Macarfi. Esta velada reunió las propuestas gastronómicas del restaurante madrileño Horcher, junto al anfitrión de la noche, el clásico referente gastronómico catalán Vía Veneto. El acto ha sido una iniciativa de Macarfi, la guía de los 500 restaurantes más exclusivos y singulares de ambas ciudades, donde la unión de este año será una conexión especial para mostrar un menú único, con los platos estrellas de los menús de ambas casas. Además, esta acción se replicará en unas semanas en el restaurante madrileño, a la que viajarán las recetas más especiales del restaurante Vía Veneto.
El director y propietario, Pere Monje, y su chef, David Andrés, fueron los protagonistas del restaurante barcelonés encargado de hospedar la cena, Vía Veneto. Esta entidad que se ganó la fama al ser el primer restaurante en Barcelona en ganar una estrella Michelin en 1967 y que, al igual que Horcher, presentan una propuesta culinaria con la vista puesta en el pasado, aunque introduciendo técnicas actuales. Una mezcla entre el vanguardismo y el clasicismo, donde la familia Monje se encarga de sacar a relucir sus platos cargados con la pasión, la devoción a lo tradicional y elaborados con las técnicas más renovadas de nuestros tiempos.
Por su parte, Horcher es uno de los locales con más prestigio de Madrid. Elisabeth Horcher, cuarta generación, y Miguel Hermann, jefe de cocina, serán los encargados de representar el restaurante fundado en 1943 delante de los jardines del Parque de El Retiro. Cuando se define dicho establecimiento, no se puede dejar de lado los platos de caza, como la perdiz a la prensa, o su postre estrella: el Baumkuchen, un pastel cocinado capa a capa con más de 70 huevos. En el restaurante madrileño cuentan con una dilatada experiencia, sirviendo su respeto, amor y pasión a grandes celebridades de distintas épocas como el escritor Víctor de la Serna, el artista Salvador Dalí o la actriz Sofía Loren. Horcher es, sin duda, una referencia culinaria de Madrid por seguir mostrando al público su experiencia gastronómica inolvidable, pero sin dejar de lado la tradición heredada del abuelo Otto, fundador de dicho restaurante.
Sin duda, la velada se marcó en rojo en los calendarios de todos los invitados. Ambas casas abrieron la cena con unos aperitivos en los que se proyectaron los sabores típicos de cada establecimiento. Por un lado, Horcher ofreció a sus comensales cuatro platos y un postre, compuesto por un Carpaccio de venado con granos de mostaza e higos picantes; Colmenillas rellenas de pularda en su jugo; Ragout de lenguado y carabinero; Perdiz a la prensa; y su característico Baumkuchen con chantilly, helado de vainilla y salsa de chocolate.Por su parte, Vía Veneto también sirvió un total de 4 platos y un postre, compuesto por un Tartar de cigalas y ostras con ensalada “waldorf” y helado de apio; Flor de alcachofa “del Prat” en dos cocciones con cuajada fresca de oveja y trufa negra; Pato asado en su propio jugo “a la presse”; y Bogavante del Cantábrico en dos servicios: desde la Modernidad, la cola de aliño de algas y limón curado en sal; en cambio, desde el Clasicismo, las pinzas a la Thermidor. Todo ello acompañado con su postre Naranjas estilo Vía Veneto. Cerraron la cena unos cafés junto con unas mignardises.
Medios de renombre como La Vanguardia o El periódico hicieron eco del momento histórico.